lunes, 4 de mayo de 2020

Un día inolvidable


Fue un 14 de agosto de 2011 el día en que encontré a mi actual perro, y sinceramente tengo ganas de contarles como fue cuando la adopté. Ese día había caído domingo, y habíamos ido a pasar la tarde al balneario. Recuerdo que llevamos la pelota de football para patear un rato, y en un momento la pelota se me cae al río, mi viejo se metió a buscarla y tuvimos que volver para que se cambiara de ropa, ya que estábamos en pleno y no se le iba a secar. Ya cuando se había cambiado mi vieja iba a poner una película para ver, pero yo insistí con que volviéramos para seguir jugando un rato más, pero del otro lado del río así no había posibilidad de que cayera de nuevo. Así que volvimos a ir al balneario a jugar un rato más, en un momento tiro la pelota medio lejos y la voy a buscar corriendo, y justo al lado del balón veo un pequeño cachorro de color marrón, en ese momento lo agarré y se lo mostré a mi viejo, y sin pensarlo mucho no lo llevamos. Recuerdo que estaba súper emocionado con mi nueva mascota, aunque había que ver que tamaño iba a tener cuando creciera. Al final termino siendo como el tamaño de un perro salchicha, así que nos la quedamos y le puse de nombre Tita.
A veces me pongo a pensar que hubiese pasado si la pelota no se me caía al río, o si cuando volvimos no hubiese sin querer tirado la pelota lejos, gracias a esos errores disfruto todos los días desde hace 8 años a mi hermosa perrita.

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